sábado, 21 de mayo de 2011

El acceso a servicios en las primeras décadas

Durante los sesenta y los setenta la colonia Constitución estaba situada a la orilla de la ciudad con límite en el periférico norte; éste era la última frontera en el norte de la ciudad. El trazo líneal de la carretera tomó tramos de lo que antes se conoció como Camino Real a San Cristóbal de la Barranca, según recuerdan las personas mayores que aun viven en la colonia., ellos recordaban como en los alrededores de ese camino había "barbechos" destinados al cultivo de maíz (Entrevistas con Ezequiel Castañeda y J Guadalupe Ávila, entre los años 2000-2008).
        En esa época, nuestro abuelos y padres, y varios de nosotros también, lidiamos con muchos problemas sociales. Desde la falta de servicios, hasta la violencia en las calles. Recuerdo cuando nos cortaban el agua, eran varios días de la semana, si no es que semanas completas. Entre los vecinos se coperaban para comprar pipas de agua y llenar los aljibes de las casas. En muchos hogares optaron por perforar "pozos artesianos", también conocidos como "pozos de lazo". Actualmente algunos están en servicio en varias viviendas.   
       La recolección también a veces era un problema. Mientras estuvo despoblada y había "barbechos", la gente quemaba sus basura. Pero después eso era imposible. Había que esperar la recolecciòn de la basura "el carretón" decían las personas. Recuerdo cuando teníamos que perseguir el camión de la basura para que se la llevaran, porque no querían entrar a las calles. Era común ver a las personas cooriendo con sus botes y bolsas para alcanzar el camión. Y ahora, hasta los domingos pasan.    
        Sobre el agua potable, para beber, la opción era un pozo artesiano, ubicado al norte de la colonia. En mi caso no estaba tan lejos. En su momento, era una práctica dura, difícil. Cargar el agua y caminar varias cuadras era complicado, quizá menos que ir por agua al río en un pueblo o rancho, como muchos de los habitantes lo hicieron en sus lugares de origen.
        A pesar de todo eso, era bueno ir al agua a "la Bomba". Esa que siempre estaba fresca, que sabía diferente, que nos hacía madrugar o bien esperar hasta altas horas de la noche. Filas largas haciamos para llenar nuestros "baldes" y "bulitos". Todavía tengo la imagen de mi mamá Faustina (mi abuelita), que hacía una especie de rollito con su rebozo, lo ponía en su cabeza y sobre ésta su balde color naranja, agarrado con una de sus manos, lleno de agua; y en su otra mano, un balde más, igual de lleno. Recuerdo cuanta admiración me causaba que no tirara ni una sola gota de agua, de esos baldes gigantes (así me lo parecían)que cargaba; mientras que yo, si tenìa suerte con mi mini balde, podía llegarlo a la casa a la mitad del agua.
Alma Leticia Flores Ávila

viernes, 20 de mayo de 2011

Una colonia urbano-popular I

¿Qué define una colonia popular? ¿el proyecto o idea de un fraccionamiento? ¿el perfil de quien lo habita? ¿el imaginario que la identifica? En definitiva, son las tres situaciones. La Consti, surgió primero como una idea en las cabezas de los dueños de los terrenos, posteriormente en la de los ingenieros que plasmaron en un papel. Que posteriormente pasó por diferentes manos y en una serie de trámites se autorizó su edificación. Ahí inicia la historia del espacio físico de nuestra colonia en la ciudad. Con el arribo de las personas, con sus prácticas, constumbres, ocupaciones, visiones de la vida, se establece la esencia más importante del lugar, la que hace realidad el surgimiento de la colonia. Quizá muy diferente a lo imaginado o pensado inicialmente. Y finalmente la visión externa del lugar y sus habitantes, cómo la identifican y representan desde afuera, cómo la comunican.
           El proyecto del fraccionamiento de lo que sería la colonia Constitución, lo elaboró la "Compañía Urbanizadora y Fraccionadora Mexicana S.A." Las actas constitutivas y contratos de obras iniciaron en 1955. El proyecto fue autorizado en una sesión del Cabildo del Ayuntamiento de Zapopan en 1956. Pero la parcelación de terrenos para habitación y para espacios públicos, así como el trazo de calles y avenidas comenzaron a principios de 1959 por la empresa constructora contratada para tal efecto.
       El nuevo fraccionamiento lindaba al norte con las Comunidades Agrarias de Zapopan, en particular con El Ejido los Guayabos, el Rancho los Belenes, Rancho el Grillo, y terrenos llamados de "los Echeverría", que pasarían a ser propiedad de la Universidad de Guadalajara. Al sur, colindaba con las Comunidades Agrarias de Zapopan, el Camino a San Cristóbal, la Hacienda La Providencia, el pueblo de Zoquipan, el camino a Zapopan, Comunidades de Atemajac, la Colonia Grasas Vegetales S.A., -conocida en la actualidad como "La GUSA"- y la Colonia Seattle. Al oriente, con las Comunidades de Atemajac, y al poniente, con las Comunidades Agrarias de Zapopan, Rancho los Belenes y Rancho el Grillo. La empresa constructora entregó las obras y servicios que por ley correspondían al Ayuntamiento de Zapopan en dos etapas, en marzo de 1962 y en noviembre de 1971.
           Muchos de los que llegaron tenían la esperanza de encontrar un espacio mejor para prosperar, algo que el campo ya empezaba a negarles. Aunque en la ciudad tuvieron que enfrentar maneras diferentes para "hacer la vida"; es decir, algunas de las necesidades quizá eran las mismas, pero la manera de satisfacerlas eran diferentes, los servicios públicos se volvieron fundamentales: acceso a agua para beber y hacer las tareas domésticas, la recolección de la basura, la energía eléctrica, el drenaje (todos éstos como los principales). Si bien la colonia, fue un espacio planificado, donde los reglamentos municipales exigieron a la constructora encargada la dotación de toda la infraestructura, la proporción final de los servicios por parte del Ayuntamiento dejaba mucho que desear para los habitantes.
             
 Alma Leticia Flores Ávila

miércoles, 18 de mayo de 2011

Origen de la colonia I

La colonia Constitución, mejor conocida en la Zona Metropolitana de Guadalajara como "La Consti", fue fundada en lo que fuera el Rancho Santa Eulalia, propiedad de la familia Manzano. En esa época, los propietarios de dicho rancho decidieron fraccionar los terrenos para que fueran vendidos y se construyeran viviendas "de interés social"; es decir, que las personas de estratos sociales bajos pudieran acceder a terrenos y edificar su vivienda.
          Se encomendó dicho proyecto a una constructora de la ciudad. La comercialización de los terrenos respondió a la idea de facilitar la construccion de "viviendas populares", mediante la estretagia de abonos periódicos hasta cubrir el costo total del terreno. Mientras se cubría el costo del terreno, las familias que los adquirían iban construyendo sus viviendas por etapas.
          Así se respondió a las necesidades de espacios habitacionales de esa época. Las personas que comenzaron a arribar a este lugar, en su mayoría provenían de Guadalajara y Zapopan (cabecera municipal); pero también llegó gente de municipios del interior del estado de Jalisco y estados aledaños, como Zacatecas, Nayarit y Michoacán. La mayor parte de las personas que llegaron de Guadalajara, tenían pocos años de haber arribado a la ciudad, dejando el campo como opción de vida.

                                                 La colonia Constitución en 1970

Fuente: Recorte de fotografía área tomada en 1970 (INEGI)

     De esta manera, comenzó a conformarse un espacio de vivienda popular, aunque rodeado de campos para cultivo, propicios para ser trabajados por muchas de las personas que llegaron de zonas rurales. En los alrededores de sus viviendas encontraron terrenos afines para desarrollar prácticas como las realizadas en sus lugares de origen, tales como sembrar y criar animales de corral. La imagen anterior nos da una idea de como La Consti para 1970 ya era una estructura urbana definida, aunque en la orilla de la ciudad.  
     Yo aún recuerdo a mi papá Lupe (mi abuelito), que sembraba maíz, fríjol y calabaza. Eso en los alrededores del "Cerrito" (ahora "Parque el Grillo").  Incluso mi hermana, mi mamá Faustina (mi abuelita) y yo, ayudabamos a prepar la tierra (limpiarla, "azadonerla", abonarla). Lo reconozco, muchas veces renegué de eso, porque no era un trabajo fácil, y menos cuando eres niña. Y una vez sembrada la tierra, limpiar las plantas y abonarlas para que crecieran fuertes.Cortar los élotes y las flores de calabaza era de lo más emocionante, aunque había que lidíar con los "gusanos quemadores"; sí esos bichitos peluditos de diferentes colores, que ahora quisiera ver. 
     Con esos trabajos aprendí de lo que hacían ellos (mis abuelos) para vivir. Cultivar la tierra para comer, obtener alimentos de la manera más noble, pura y sencilla; eso sí, con mucho trabajo y sudor. Como me encantaba ver crecer las calabazas, observar como cada día aumentaban sus dimensiones, y por supuesto había que taparlas, esconderlas, que no las vieran y se las fueran a robar. Eso yo lo viví en los años 80's,  todo en la ciudad, cerca de mi casa, en mi barrio, en mi colonia, la "Consti".
Alma Leticia Flores Ávila